Un ser viviente persiguiendo por casualidad algo interesante despierta risas burlonas, de quienes lo observan tratando de alcanzar algo bien distante de sus fuerzas, de su edad, etc.
Como la casualidad no equivale a empeño,
lo que se hace al perseguir algo por azar,
no debe invitar a burlas, ni que por esa persecución,
uno,varios o muchos se motiven a gozar.
Ahora que si al azar se suma el empeño,
otra cosa puede empezar, y tal vez madurar.
Combinaciones hay en la vida,
nadie debe dar la pelea por perdida.
Cada hecho descubierto puede alegrar,
a tal punto que llame a carcajear.
Gracias debemos manifestar
ante tanta ocurrencia que hace levantar
a nuestro animo en el diario peregrinar.
Un remezón distante no llama mucha atención,
de todas maneras no hay que dejarlo de lado,
como en cualquier lugar se puede desarrollar,
de alguna forma el zamacón hay que esperar.
Suavidades tiene la existencia,
y también brutalidades.
El caminar con ligera novedad,
es una muestra de felicidad.
Si nos toca una brutalidad,
salgamos ella con mayor o menor facilidad.
Dochanlu.
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