Se dan cada vez más las definiciones de partidos, o torneos, por el sistema de penales.
Uno reciente el del partido por ingresar a la fase de grupos en la Copa Libertadores de América del 2014.
Se llegó a dicha definición por un gol de penal, en el mínuto postrero del partido entre Cristal y Paranaense.
La mayor de arqueros de hoy son de muy buena talla y muy buena corpulencia, por lo que cubren una parte importante del arco.
Lo que se vio ayer, fue el típico engaño e un arquero que se tira a un lado y el disparo va a la otra esquina, con lo que el arquero queda tendido y sin chance.
Un comportamiento claro del arquero del equipo eliminado por penales, fue "adivinar" la trayectoria del esférico y tirarse, lo que le resultó en dos ocasiones .
Una definición por penales en la que el ejecutante realiza una buena labor, requiere que el arquero haga las cosa mejor que el delantero rival.
Y eso no ocurrió ayer con el arquero del equipo perdedor.
Mejor receta es esperar que salga la pelota y tratar de desviar o atrapar la redonda. Mucho mejor atraparla, pero como se dice si no hay pan buenas son tortas, el pie, las manos y todo lo que tape es pertinente.
La costumbre de tirarse antes del inicio del disparo resultó errónea, y borrar esa costumbre requiere práctica.
Ahora que es justo reconocer que no hay un culpable, si se trata de una serie de dos partidos, en la que el equipo eliminado mostró muy buena actuación.
Le faltó un "cachito", el que lo tuvo el rival ganador.
Dochanlu.
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