martes, 4 de febrero de 2014

INSTANTE FELIZ.

El ambiente también es sumatoria, de lo que hay y de lo que no hay.

* Lo que hay, lo tipeamos, más o menos, enseguida.

   Claridad y muy buena temperatura, han facilitado las primeras tareas del día.

   Ruidos de máquinas que taladran el piso, o llenan los pisos de los sótanos de un edificio en construcción, toques sobre metal  de una instalación cercana. La máquina tiene su lugar.

   Voces variadas que ya no se escuchan, gente que dialoga, gente que juega, gente que telefonea o  contesta una llamada. La humanidad tiene su lugar.

* Lo que no hay, también está presente , por los recuerdos que  nunca faltan.

   Están los recuerdos, pero situaciones, personajes, etc no lo están.

   De pronto un ruido atronador rompe, por segundos,  el silencio cercano No ha sido un temblor, ha
sido un ruido de motor.

* La mañana parece aletargada, o es que , por no dormir parejo el cuerpo está medio disparejo.

* Acompañando a la vejez, quizás nos adherimos a ella y nos vamos emparejando a pesar que todavía podemos movernos.

* ¿ Cómo romper la dejadez ?, parece ser una necesidad vital.

* Un movimiento para cubrir una necesidad, unos pasos medidos pueden ayudar a romper en algo la dejadez.

*  Un recuerdo agradable que incrementa una esperanza puede provocar una sonrisa, no tan de prisa, empero sonrisa al fin.

*  Desechar  lo desagradable reciente o lejano, puede contribuir a restar dejadez, mejor dicho, aumentarla.

*  Una tarea pendiente puede alejarnos de la silla, y  empezar a buscar la vertical para culminarla.

    Así entre movimientos y asientos, ruidos y silencios, realidades y recuerdos transcurre la mañana veraniega.

    Justo hemos llegado a las doce, coincidencia feliz , en el instante más alto del Sol.

Dochanlu.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario