Como las cosas ocurren el día menos pensado,
lo mejor es dar por olvidado lo que más nos ha atormentado,
en lugar de seguir en lo mismo y lo mismo,
quizás más atinado sea, aplicar a nuestra vida nuevos tormentos,
y dar por postergado lo que más hemos ansiado.
De todos los tormentos, ¿ cuál o cuáles se acabarán?
Es una incógnita.
Por ejemplo, lo del fútbol,
pocos son los que piensan en un triunfo,
con los antecedentes vividos.
Hay que convenir que una victoria no basta,
más aún si el equipo añorado recién se está formando.
¡ Prudencia !, porque quizás los tormentos de la hinchada
todavía no se han acabado, y pronto nos viene otra pinchada.
En la baraja de tormentos, algo puede resultar,
y en nuestra vida algo podemos lograr,
aunque sea unos instantes nos vamos a alegrar.
Entre lo postergado, casi en lo que hemos fracasado,
revertir la situación no es tarea sencilla,
empeño continuado hay que aplicar,
si queremos a la meta llegar.
Dochanlu.
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