miércoles, 18 de noviembre de 2015

DE ESPALDAS Y PATADAS.

Primavera es primavera tiene algo de invierno,otoño y verano, pero ningún andante concluiría que la primavera es verano. Algo de  esto se deduce de esta mañana que empieza mojada, húmeda aunque no fría ni muy fría.

Lo que si nos deja fríos es un resultado deportivo nada alentador, deprimente, casi eliminador

La primavera está boyante, a ratos parece otoño; en un tiempo corto, invernal; en otros momentos casi veraniego, nadie se atrevería a decir que el Niño está presente mucho menos el verano ardiente.

Lo que no está boyante es la actuación futbolística peruana en las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018.

Sobre cuatro partidos jugados, sumar tres puntos da una idea que sobre dieciocho partidos conseguir un total de quince, dieciocho o en el mejor de los casos veinte puntos no nos lleva a la Final.

El enfoque debe ser distinto, no cabe duda. La base debe ser juventud con una experiencia suficiente que bajo una atinada dirección dirigencial y técnica nos permita ensayar, entrenar y experimentar a un equipo que nos de experanza para el siguiente Mundial  2022. Esta eliminatoria  en alo o muhco hay que aprovechar.

El partido de anoche ante Brasil mostró debilidades varias.

Con delanteros que no miran el arco rival, no encaran, no driblean, no combinan jugadas, y solamente reciben patadas de la defensa rival, nada podemos conseguir.

Mirar la valla cercana , combinar, entrar al área rival o disparar de media distancia con el dominio necesario del balón no empalmar en primera y evitar enviar la pelota a la tribuna sea por disparos directos o de tiro libre, son visiones mínimas que se deben realizar.
La estricta marcación la hizo el rival, con esa directiva de ninguna manera ibamos

Si jugamos de espaldas al arco rival, los resultados no nos van a acompañar.

Lo positivo en el equipo
es que de cuatro fijos,
hay dos que están  camino al descanso,
otro que por no jugar bien
le seguirá la misma suerte, y
el cuarto que por mucho festín y bailarín,
mejor es que se quede en Berlín.

Si dirigentes y cuerpo técnico no cambian,
lo mejor es que dejen su lugar
a otros que mejor pueden realizar
lo que con la pelota se  debe ejecutar.

No debemos perder la confianza
que algún día nos vamos a clasificar.
Con los debidos cambios
depresiones al por mayor vamos a evitar.


Dochanlu.




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