Una nueva mañana primaveral, apenada adornada con trinos de pajarillos y cantos lastimeros de palomas, algunos pitazos de guardianes y de automotores, una mañana de paz.
La gestión trunca o truncada no puede detener nuestra actividad. Aunque sea los dedos hay que usar
para un nuevo artículo incorporar.
Sonreímos a la paz, gozamos en paz.
Goces no son ociosidades,
mucho menos maldades,
son acaso atrevimientos,
algunos pensamientos,
una o muchos movimientos,
todos sin aspavientos.
eso sí nada somnolientos.
felizmente no hay fuertes vientos.
Cariñosamente podemos decir,
que la paz verdadera y duradera,
está al final de los tiempos,
en el mejor de los casos,
en algún momento, más o menos cercano,
quizás sea invierno o verano.
Aspiración de los dolientes,
dura decisión de los inteligentes,
malos momentos de los que anhelan entre dientes
romper en añicos, lo que impide usar
sus argumentos nada bien olientes.
Acaso como todo está mezclado,
sea como una dulce melcocha,
no solamente guerra,
no solitariamente paz,
sino atrevidamente gue.paz.
Dochanlu.
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