Un tránsito vehicular cuyo calificativo lo colocamos en el título y en el final del artículo, es el que padecemos desde hace buen tiempo en esta nuestra Ciudad capital Peruana.
Las luces predominantes son , entre otras, las siguientes:
- Mete el carro.
- Espacio libre, fierro a fondo.
- Espanta moscas, claxon máximo.
Apreciar como un chofer avanza mucho más rápido es verificar que encontrando dificultades para manejar, los adelantos al vecino conductor es de prioridad, ponerse moscas es lo máximo y muy urgente , no cabe dormirse más aún si el atasco es superior a lo normal, y ha mal geniado al conductor en su tope mayor. o los pasajeros urgidos por llegar a su destino o cerca de él, claman velocidad y mucho más.
Encontrar espacio libre en la pista es felicidad de los avezados conductores ,hábiles por demás, es su deleite y poner fierro a fondo es lo más feliz que les suceda. Y si no lo tienen lo buscan con fruicción .
Y si por algún motivo hay en sus cercanías vehículos menores al suyo, un sonoro claxon los pone en su sitio, paraliza a sus choferes y queda el campo libre para el carro mayor avance y avance con dicha y sin contratiempos si la suerte, las oraciones de los pasajeros o el ser Superior les beneficia a todos en esta Gran Ciudad..
En un buen día los pasajeros de un vehículo que aplique estas normas llegarán mucho más rápido a su destino, que aunque no sucede a menudo, es ocasión de comentarios en esos pocos días de felicidad por llegar a casa con tiempo y sin preocupaciones para todos.
Un tránsito especial, que para otros sobre todo para los turistas es el recomendado tránsito asesino o potencialmente asesino, calificativo que no le corresponde solamente a un tipo de vehículos sino a todos los que apliquen esas luces antedichas entre otras que observadores más claros sabrán divulgar.
César Antonio la Rosa Bardales "Dochanlu"
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