viernes, 24 de agosto de 2012

CUATRO PALABRAS.

Y, finalizando la semana
un lío mañanero,
nos mueve la existencia.
Una actividad muy elemental
nos puede tranquilizar,y,
de paso dar una buena limpieza al lugar.

Que todos los días no son iguales,
es muy cierto.
Si en todos ellos hay una rutina,
donde hay vida y movimiento,
no hay espacio para el lamento,
al mucho hablar,al cuerpo dejarlo quieto.

Desear lo mejor a todos,
incluyendo a los que nos
revuelven el hígado, es lo mejor.

No hay motivo para una desazón mayor.

Todos los vacíos y faltantes,
hay que dejarlos a buen recaudo,
lo importante es como avanzamos,
cmo salimos de  ellos,
como solucionamos problemas,
como surgimos, nos levantamos,
como mantenemos la salud.

Notemos las cuatro eses, "S".
Salidas, soluciones, surgimientos,Salud.
Y, sobre todo, siempre activando
para salir de nuestra situación,
que de repente nos recuerda a menudo,
el palo del gallinero.
Tratemos siempre de cambiar de cancionero.
Evitemos lo de estar prisionero.

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