"Levántame la moral" es la frase que sirve de inspiración a este nuevo artículo, en una tarde ventosa, más iluminada y entibiada por un sol primaveral.
En los vehículos de transporte masivo escuchamos esta frase, de parte de los vendedores de golosinas y otros artículos, quienes con voces lastimeras , mensajes llenos de penurias tratan de convencer no solamente con palabras quizás con canciones y alguna música a los pasajeros .
A todos nos sucede que pensando y padeciendo en carencias, ausencias y bolsillos fríos, de pronto suceden hechos que nos levantan la moral.
*Alguien que con buena vista o sin ella, jóvenes a la sazón, nos dirige unas palabras de aliento:
-Joven, tome asiento.
Pensando en nuestras varias décadas recorridas, el calificativo nos levanta la moral
*Estar frente a un ejemplar bien dotado, que tantas veces hemos deseado adquirir, nos levanta la moral.
Con poca o mucha visión,
late nuestro corazón
de sentida emoción,
y aunque no esté a
nuestro alcance,
la ocasión , a nuestra vida
da realce.
De altas y bajas goza y sufre
nuestro espíritu,
las altas nos dan nuevo ímpetu,
las bajas, nos recuerdan
los inalcanzables tutúes.
Dochanlu.
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