Las mascotas tienen su lugar y por lo sucedido es fuente de un nuevo artículo.
Sean chiquitas o grandecitas
tienen su valía, y su acogida
no solamente por los dueños,
sino también por los amigos de bienes ajenos..
Un intento de robo de una mascota
armó tal alboroto,
que todo el barrio acudió
ante gritos, sirenas y raudas corridas.
Dicen que atraparon al agresor,
empero de la mascota no se sabe nada,
quizás corrió asustada con rumbo
a la ensenada.
Tal fue la acogida de este evento,
que dejo el comento,
de abandonos familiares,
preocupaciones mil
y búsqueda de detalles al máximo
para alimentar chismes, cotilleos, y ,
los consabidos "rajes".
Queda como campanadas
para la vecindad,
que la seguridad es una fantasía.
se impone tomar precauciones
y no solamente entonar canciones.
Dochanlu.
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