miércoles, 8 de mayo de 2013

GUARDIANES; NEGOCIOS, SALUDOS.

Si ayer fue un día maravilloso; de hoy no podemos decir lo mismo.

 UNA CUARTA
*Alcanzamos la cuarta del quinto mes del año, en este día ocho, en el que felizmente nadie nos hace el ocho.
Aunque por supuesto a nadie le puedo decir que estoy dichoso.

OTOÑO,INVIERNO.
*En un día nublado,cerradamente gris y triste, con nubes  negras que anuncian las clásicas garúas, estamos  palpando el teclado en pos de un nuevo artículo. Parece otoño con tendencia al invierno.

 UNA SALIDA
*Una salida puede ser el motivo de este nuevo artículo, con detalles que surgen de la experiencia diaria.

Unas cuantas cuadras de subida separan el punto inicial casero del punto de llegada al paradero.

Con despedida o sin ella, cerramos la puerta y enrumbamos al paradero.

Tropezamos con caras conocidas que si son amables  y cercanas, saludamos con premura; no así lo mismo con caras serias y misteriosas que son nada amistosas.Una cruzada de dedos puede ser la costumbre repetida para amortiguar o quebrar la mala cara.

A media cuadra el encuentro con un Guardián, que a veces sintoniza y a veces no, un ademán ,unas palabras y seguir para  adelante cuidando siempre por derecha y por izquierda ningún tropiezo, ninguna caída ningún   carro que nos puede la vida complicar. Ni que decir de las veredas, que con alguna subida, desnivel o hueco nos puede un problema ocasionar.

Otro Guardián,otro saludo si la espalda no nos da o un sorpresivo giro nos deja sin saludo.

Sigue la subida en la cuadra tercera, otro Guardián que ni la ceja mueve al vernos acercar a su zona.

Un centro de seguridad municipal, de dos pisos, un solo guardia, a veces acompañado de un patrullero o alguna conversación vecinal.

Todo parece un encuentro con guardianes.

La situación cambia frente a la panadería o cerca de ella, en la que el Frutero tiene su estación.Un saludo sin la concentración con su diaria lectura no lo pone a cavilar ,de repente a pestañear y recuperar el medio sueño de la madrugada.

Y, en la penúltima cuadra ya los negocios empiezan a manifestarse, tiendas al menudeo,librerías,grifo, vidriería,restaurantes, etc pueblan las dos cuadras finales antes de llegar al paradero.

Y, en la ancha avenida, el turno de pase hay que esperar, el paso ahuecado intermedio los pies acomodar y  llegar por fin al paradero, en donde tiempo mayor o menor nos toma antes de enrumbar al destino  elegido.

FINALIZANDO.

Todavía tenemos la dicha de caminar,
saludar, esperar, apreciar,
y, aunque todo nos va a demorar,
no nos podemos quejar.

Dochanlu

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