Consultas y recetas, dos situaciones de las que nadie escapa, incluso al por mayor en dolencias crónicas que requieren un adecuado como largo tratamiento.
Paciencia, tiempo y algún dinerillo para pasajes, sea en taxis o en colectivos, forman parte de la fórmula que hay que aplicar y sobrellevar por x tiempo.
A la hora de la consulta , es preciso llevar el discurso preparado de antecedentes, síntomas, dolores, ardores y molestias que acompañan al "fresco" paciente.
Lo anterior para que no se repita el diálogo conocido,que más o menos se resume :
- El doctor me ha atendido más rápido que inmediatamente.
-Mi estimada señora, hay que llevar el discurso preparado.
- Lo traeré en la próxima, gracias joven.
Y a la hora de la receta, lo mejor es que al medicamento y dosis se le acompañe la indicación precisa de . para qué sirve, para que dolencia atiende.
No vaya a ser que se repita la penosa historia de los que ingiriendo doble dosis de medicina para un mal, acabe con problemas varios de naúseas, mareos, opresiones en el pecho, presión arterial que vuela,etc.
Estimado paciente a la consulta
lleve discurso bien preparado,
para un diagnóstico adecuado.
Y apunte bien en su receta,
para que sirve un medicamento,
no vaya a ser que repita la dosis,
y padezca desde una acidosis,
hasta una virosis, si es que
no pasa por una trombosis,y,
otras dolencias terminadas en osis.
Dochanlu.
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