En la mitad de la tarde, con cielo nublado y ambiente algo friolento, mientras el perro de la vecindad sigue con su "sinfonía de ladridos", se escuchan dulces trinos de aves y en un acompañamiento a perro y aves se oyen cláxones de automotores que pugnan por avanzar en su ruta.
Así entre ladridos, trinos y bocinazos avanza la tarde invernal.
La humanidad también acompaña con gritos para acelerar la construcción.
Si en la mañana fueron sonrisas, hoy son llamados a completar materiales y terminar la tarea.
Líos y discusiones no faltan en la humanidad,
la repetición de ellos parece indicar conmoción,
su ausencia quizás resulta de una negociación,
su intermitencia, espacios combinados de paz y conflagración.
Y en el resumen de la observación, considerando ladridos,trinos, bocinazos , gritos y discusiones,
hay un fondo de tranquilidad demasiado tranquila, como si la tristeza dominara el ambiente.
Ocurren tantas situaciones,
imposible conocerlas a todas,
ese fondo las evalúa todas, y,
coloca en la percepción, algo
que si bien no decepciona,
tampoco a nadie emociona.
Y, es que acontecimientos de tristeza,
las ausencias permanentes,
las esperanzas que rondan como fantasmas,
las metas fuertes que se aprecian distantes,
todo ello: tristezas,ausencias,fantasmas e inalcanzables
suman un total de ambientes muy poco agradables.
Dochanlu.
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