Goce y sufrimiento, se suceden sin cesar. Es de nunca acabar.
En todas las edades se goza y se sufre,
empero hay una , quizás la final,
en que todo es sufrimiento.
Prácticamente se agota
poco a poco el oído, la vista, todo sentido,
el caminar es lento o imposible,
no es suficiente el bastón,
es necesario el acompañamiento.
Quienes acompañan el sufrimiento,
tampoco se libran de él,
pero hay esperanza de superarlo
para del goce, una pizca, saborearlo.
Dichosos los que más gozan que sufren, y
quienes no acompañan el total sufrimiento.
En el transcurrir de la vida,
al final de la misma,
un corte al sufrimiento es inevitable,
sea que llegue en minutos, horas, meses o años,
no hay lugar a engaños.
Dochanlu.
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