viernes, 3 de noviembre de 2017

PICAFLORES, TRANSPARENCIAS Y APETENCIAS.

En el inicio del penúltimo mes del año 2017, unas líneas apresuradas como todas las que se escriben en este blog.

                         EL   PICAFLOR.

Es el picaflor una avecilla muy chiquita pero muy bonita,
a veces muy de amanecida ya visita el jardín,
en su afán de acabar con el néctar que día a día forma parte de su festín.

Gira y gira sin cesar, apenas si se da un descanso, y
al ser  descubierta su presencia,
se retira rápidamente,
si que nadie advertido deje de alegrarse por su visita.

 La flor picoteada aguarda su retorno,
espera que permanece en tanto, sea de la planta, su adorno.

Su raudo y eficaz vuelo todos lo quisieran imitar,
para estar cerca de la flor que quisieran disfrutar.


                        TRANSPARENCIAS, APETENCIAS.


Todos los mortales con alguna visión,
quedan con corazones atormentados,
si se les presenta un par de unidas transparencias,
y si se da en consultorios, médicos sanan mucho mejor,
y los pacientes se recuperan aún el que está de salud peor.

Y, si la visión es rauda en su caminar,
mejor nos apresuramos nuestra existencia, deleitar;
la ocasión pocas veces se va a presentar.

La dichosa transparencia puede resultar la mejor medicina,
nos elimina cualquier tipo de toxina,
nos apresura a calmar el apetito en próxima cocina,
la alegría reemplaza larga espera, tratamientos, pruebas
tensiones y preocupaciones que nos pueden ingresar
al tablero de las eternas vacaciones.


César Antonio la Rosa Bardales "Dochanlu".





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