En una mañana más tranquila por lo libre de calores intensos, da la sensación que los últimos temblores han sido la señal o el ajustón que necesitaba el clima para atemperarse paulatinamente.
Una madrugada de diciembre del año pasado a las cinco de la mañana ya era más que clara, lo contrario ocurre , en estos días, que la obscuridad se mantiene y recién a las seis empieza la penumbra.
Es evidente que el ajustón no es suficiente para entrar al otoño, empero poco a poco se sentirá el cambio.
Ha sido un calor penitencia, o un verano penitencia.
en el que muchos hemos pedido clemencia,
pero felizmente como todo apretón,
no ha habido un gran ahorcamiento,
que nos hubiera significado un gran escarmiento.
Nadie podrá negar que la sociedad está de cabeza,
y si algo o Alguien no la endereza,
no habrá más torta ni cereza,
se acabará la gente recta y la traviesa.
Y , mientras que por estos lares lidiamos con el calor,
hay otro no muy lejano en que hay un gran problemón,
que si no se le plantea y se resuelve como debiera,
todo terminara en una gran explosión,
que acabará con todo sin derecho a panteón.
Nuestros deseos que este ajustón sea valedero, y
encontremos el camino verdadero,
que nos lleve a un muy buen derrotero.
César Antonio La Rosa Bardales "Dochanlu"
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