Unos versos en una tarde primaveral de noviembre limeño.
SI algún volviera a encontrarte
nos verías ninguna expresión
en mi rostro,
Es que el corazón no se le examina
con la vista,
sino con otro corazón.
Es pues tu corazón,
que tiene que responder
y de repente en tu cara
se verá algún sentimiento,
tal vez de pena,
tal vez la indiferencia,
tal vez no será un sentir
sin´solamente un recuerdo.
No verás mi corazón ,
veré el tuyo
retratado en tu rostro,
de repente algún día,
que no espero que llegue,
menos lo ansío.
Las heridas del corazón no se ven
en el rostro,
se sienten en su momento.
Ya cicratizadas,
no hay heridas sólo cicatrices,
sólo recuerdos menores
sólo recuerdos pasajeros.
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