Este eS un cuento, el cuento del barredor.
Era un maduro, atractivo y entrador, conocedor de todas las familias del barrio.
Lo de barredor, conocerán los lectores con un poco de imaginación.
Era de los seres que en una semana volcaban su fuerza, su empuje , su sapiencia, su conocimiento ,sus alegrías en varios rincones del barrio.
Se preparaba quince días con una vida metódica, alimentación a sus horas, horas de sueño completas y otros complementos de su buen vivir.
Combinaba el ejercicio físico de sus tareas diarias con la buena lectura, meditación, conversaciones serenas y provechosas, aparte de una actualización vía Web puliendo sobre todo sus errores y deficiencias.
En la semana más feliz y dinámica del barredor, era esperado con ansiedad y ganas en varias puertas conocidas.
Barría con delicadeza, fuerza, empuje y mucha pasión .Sus tareas eran cumplidas cada vez con más perfección.
Este barredor tan especial,tan esperado, tan requerido funcionó por muchos años en el barrio.
Las barridas que efectuaba eran espectaculares, siempre bien recordadas y con frutos a su tiempo.
Feliz vivía el barredor y sus ocasionales prominencias, aberturas, ventilaciones, luces y sombras con las que tropezaba su feliz actividad.
Este cuento parece una adivinanza
que los ocasionales lectores
sabrán descifrar,
un poco de experiencia,
y un poco de felicidad
sabrán encontrar.
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