Las ganas siempre ganan. Esto se cumple en todo orden de cosas, incluyendo en el Campeonato Mundial de Fútbol Brasil 2014 y todos los que vengan y ya fueron.
Las experiencias más recientes se tienen en los partidos jugados hoy entre Alemania y Francia así como en el disputado por Brasil y Colombia.
En el primero de los nombrados no solamente el orden, la jugada precisa convertida en gol, sino la forma como se cuidó el físico, el gol de ventaja así como el mayor de los respetos al arbitraje.Todo esto por parte de los seleccionados alemanes.
Con un gran arquero y las mejores ganas en todas las líneas, el triunfo correspondió a los alemanes, a pesar que los franceses tuvieron sus oportunidades las que o las conjuró el arquero o las pocas ganas de los franceses para convertir pulverizaron sus afanes.
Las ganas se ven reflejadas en los rostros de los jugadores y en el espíritu ganador manifiesto en cada disputa de balón, en cada jugada, etc.
No basta ser una estrella en el mejor equipo del mundo, sino hay que demostrar virtudes olvidándose de todo, hasta del viaje de regreso sobre todo si no se llevará copa alguna y mucha frustración . O en todo caso volverán lo mismo: ser estrella de un equipo, más no formar parte de una Selección Campeona Mundial de Fútbol.
Y las ganas hay que demostrarlas o empatando el partido, o cuando se va ganando o cuando se está acosado con un empate del equipo rival..
Unas ganas permanentes.
Algo similar sucedió en el encuentro entre Brasil y Colombia.
No basta tener los mejores jugadores, el mejor juego, el mejor equipo.
Hay que tener ganas de ganar.
Dochanlu.
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