Los rostros de la ciudad son múltiples y variados.
Son los rostros de los habitantes que se aprecian por doquier.
Hay los rostros acongojados.
Qué esperar de la gente de edad,
trajinada y problematizada,
tal vez sola y abandonada.
Hay de los serios y de los risueños,
que siendo jóvenes, la seriedad parece inútil
y siendo de edad avanzada o madura parece natural.
Mientras camino y camino por la ciudad,
sonreír debo por necesidad,
me olvido de dudas,temores y problemas,
y emprendo alguna tarea con tranquilidad.
Hay los rostros con alta tensión ,
que reaccionan ante anta contaminación,
causada por ruidos,gases, pitos y matracas.
Ocurrencias deben aparecer
para combatir tanto veneno del cuerpo y del alma,
En esta situación no cabe batir ninguna palma.
Siendo mediodía la calma tiende a aparecer,
felizmente antes que alguien vaya a fenecer.
siempre ante un problema hay algo o mucho quehacer.
Desasosiegos y calmas se suceden
lo que muestra que en la existencia humana
no hubo ni hay ni habrá paraíso alguno,
Dicho que tengámoslo por seguro.
Dochanlu.
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