miércoles, 8 de abril de 2015

EL PISO DE LA VIDA.

Conducida una mascota,
por medio de una correa y collar,
detuvo su marcha por mandato humano.

En un árbol cercano,
algo llamó la atención
al ocasional conductor.

Detuvo su marcha la mascota
y observó lo que le era indicado.

El vuelo rápido terminó su atención,
mascota y conductor siguieron su camino.

Pensó el observador,
si el conductor podría conseguir
que un adecuado reemplazo de la mascota,
siguiera su mandato.

No es mala indicación
trocar la mascota por un caminante
que en pareja con el ocasional conductor,
fueran dos caminantes en el piso de la vida.

Dochanlu.

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