Sintonizando la radio, o mejor dicho, las distintas emisoras nos damos con situaciones distintas.
Una de ellas es el tipo de música que se escucha.
En situaciones nada fáciles, felices y tranquilizadoras en las que las noticias divulgadas en verdaderos operativos continuados tienden a provocar zozobra,miedos, desánimo,baja auto estima,etc, la búsqueda de buena música puede resultar infructuosa , a tal punto que apagando el receptor, el silencio del día resulta más tranquilizador, más alegre, más artístico.
Ni que decir de los programas de distinto tipo en la que los mismos actores se repiten no una vez sino varias veces en un día, prácticamente al hilo se desplazan por varias estaciones así como jugando.
El que una persona sintonice una sola radio todo el día es algo maravilloso para esa emisora, y merece un estudio especial por ese apego esa especie de manía, o atractivo especial esa sintonía entre radio, locutor y quien la sintoniza.
Una maravilla rara, bien rara, que tal vez encierra el secreto para un éxito rotundo de una estación radial, quizás de todas las existentes.
Para el qué esta dormido o deprimido, necesitamos estaciones bien movidas.
Para quien está demasiado estresado lo mejor es una radio tranquilizante.
No son necesarias voces pedantes,
ni tampoco enredadas y nada instructivas.
Lo que también es preocupante,
que algunas estaciones son saboteadas,
es cuestión de aplicar buen oído
para escuchar más de un sostenido ruido.
Dochanlu.
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