El tiempo avanza presuroso, lo dicen todos, desde un optimista hasta un quejoso.
Aprovechar el tiempo es una necesidad. Cuando vienen ocurrencias impertinentes, atenderlas ya es motivo de ocupar cuerpos y mentes para dejarlas en cerrados "recipientes". De esta manera nuestras acciones irán por canales convenientes.
Armando equipos en el presente, caminaremos hacia el futuro en mejores condiciones y obtendremos muchas satisfacciones.
Los problemas del presente son numerosos y variados,
a muchos gobernantes y ciudadanos los tienen mareados,
van de tumbo en tumbo en un accionar nulo y vacilante de nunca acabar.
Lamentos, lloros, quejas, reclamos y promesas vuelan por los aires,
en cada ocasión más o menos impactante.
Lo importante es seguir adelante ,
mostrar soluciones relevantes, y
que niños, jóvenes y adultos sigan caminos importantes.
Todo lo pesado requiere para ser levantado,
de gente gente y más gente,
preparada en tiempo más o menos prolongado,
y que se ponga en acción sin que se oponga ningún interesado.
Ahora que el tiempo corto de gobierno,
exige de reiteradas improvisaciones.
Pedir que impere la calidad en la sociedad
parece ser una necedad ,
lo que no dejar de ser una necesidad.
Calidad de vida en sociedad,
no solamente en cada individualidad.
Improvisar, improvisar para ser lo de siempre,
no es ninguna novedad,
no es lo más conveniente,
pero sí lo que está para atender una situación caliente.
César Antonio La Rosa Bardales, "Dochanlu".
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