Un inmenso laboratorio de carácter psicológico parece ser el escenario de estos días pre primaverales.
* Para empezar basta que amanezca más temprano,
los pajarillos trinen sin cesar,
la luminosidad aumente al igual que las horas soleadas,
para que los mentores del Niño aparezcan,
en competencia con los señores de las catástrofes sísmicas.
Recién se dan cuenta los agoreros que muchos son los riesgos.
No hay que ser adivino ni erudito,
para reconocer que lo que empezó puede terminarse,
lo caliente puede enfriarse,
y lo quieto puede empezar a temblequearse.
* Cada quien y cada grupo parece intentar algo original,
nadie quiere perder iniciativa,
aunque en los intentos y desarrollos
dejen a más de uno con las patas tiesas,
o por lo menos atemorizados, y
los nervios muy erizados.
* Lo mejor ante este inmenso laboratorio,
es mantener la calma y serenidad,
claro que es conveniente tomar precauciones,
pensar y seguir con firmeza acciones,
y poco a poco ir sumando peticiones,
que de todas maneras nos traerán soluciones.
Debe provocar gracia mucha gracia
a quien haya montado este inmenso laboratorio.
No permitamos que se convierta en un gran velorio.
Dochanlu.
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