lunes, 27 de octubre de 2014

EL BARRIO.

En la última semana de Octubre, décimo mes del año 2014, en el que se concluye el quinto bimestre.se alcanza los diez dozavos del año, que en buena cuenta representa los cinco sextos del año.

A estas alturas  del año ya se muestra el trajín del recorrido, más aún si existen asuntos pendientes a los que hay que atender de alguna manera en el último bimestre.

Mientras que al clima caluroso del domingo 26  le sucede un día nublado aunque no frío ni friolento, establecer una agenda del día y un panorama de la semana parece lo más aconsejable.

La primavera poco a poco aparece muy claramente, rumbo al verano 2015.
Una tendencia marcada al mejoramiento climático, felizmente muy lejano del calentamiento tan mentado y al enfriamiento ocultado de mil maneras.

La vida, en su totalidad, sigue siendo una gran incógnita.

Un panorama del barrio puede servir de fondo a este nuevo intento de escribir.

Mientras llegan noticias de robos,
que aumentan preocupaciones,
seguimos en nuestra rutina,
en la que aparece de todo un poco,
felizmente en ese año no nos tocó
patalear con la enfermedad del moco.

Una que otra despedida,
de un vecino que se aleja del lugar,
vendiendo su propiedad,
sin ceremonias a toda la vecindad.

Un edificio cuyo casco está por terminar,
domina el ambiente
muy pegado a un rezago de edad nada reciente.

Y no solamente es ese tremendo edificio,
sino muchos más que están
a lo largo de la Avenida Principal.

Y, por supuesto, ruidos y más ruidos,
llegan a nuestros oídos,
mientras que nuestros pulmones
respiran diariamente contaminaciones,
que evidentemente nos suscitan
alergias y negruras similares
a las que lucen las plantas en sus hojas,
que no son precisamente  de buenos augurios
para ancianos ,maduros, jóvenes y parvularios.

Dochanlu.





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