martes, 6 de enero de 2015

NUEVA Y COLORIDA MADEJA.

En la víspera de la primera semana del año Veinte quince,iniciar la serie de artículos no es tarea fácil.

Luego de arreglar algunos de los asuntos pendientes, la inspiración parece cortada por una tijera invisible.
Encontrar un nuevo hilo, o mejor dicho una nueva madeja de inspiración por pequeña, mediana o grande que sea, toma su tiempo.

Una nueva estación veraniega con sus altibajos es el ambiente de fondo, olvidar acontecimientos ingratos y tomar en cuenta los frescos gratos resulta indispensable.

Intentemos cambiar el color
de nuestras vidas,
aconsejaba un pensador.

Al consejo escuchado,
consejo tomado.

Y, varios lo escucharon.

A uno, se le ocurrió
cambiar el color y la combinación
que sus ropas mostraban.

A otros, cambiar colores
que le rodeaban.

En algo ayuda cambiar colores,
de ropas y ambientes ,
a lo mejor con flores,
que no se podrán cambiar.

Hay colores que se pueden cambiar, y
otros que forman parte de flores,por ejemplo.

Los de las flores no se pueden cambiar,
en todo caso es mejor que permanezcan
todo lo natural hay que conservar.

Cambiar el rumbo de nuestras vidas
es más que complicado,
en todo caso hay que reconocer
que el nuevo camino es arriesgado.
Varios o muchos bienes demos por logrado.

Dochanlu.

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