martes, 10 de febrero de 2015

SIN TIEMPO Y SIN PAÍS .

Al llegar a la tercera parte del mes más corto y más caluroso del año, mientras aguas y huaicos discurren violentamente, un nuevo intento de escribir.

Como la gente no puede dormir con tanto calor,
encendidos los ardores,
puede aumentar la población,
sin ninguna discusión.

Incluso a quienes sufren de esterilidad temporal,
pueden dar el batacazo,
si se encuentran células afines,
en algúno de los muchos confines.

Por su parte los zancudos aparecen
en mayor o menor proporción,
picando y picando,
van su cuerpo alimentando,
hasta que le llegue un buen sopetón
que los desaparezca de la habitación.

Otros malestares de los ciudadanos,
son las matrículas, pensiones y útiles escolares,
que sumados a los pagos por imposición
producen en ellos más de una conmoción.

Los políticos intentan tomar posición
de una manera adelantada,
convierten el tiempo de año y medio,
y también el País,en prácticamente nada,
unos intentan licenciar al gobernante,
otros pretenden silenciarlo,
no falta uno que quiere acabarlo,
de mala manera y sin ningún atenuante.

No falta en la escena los futbolistas
y todo lo que significa el fútbol.
los enterados predicen otro fracaso,
¡ no hay jugadores!,
¡ no hay ganadores!  proclaman sin cesar
en una monserga de nunca acabar.

Así entre los problemas de siempre,  y
los personajes conocidos  en escena,
transcurre un nuevo verano,
que a más de uno lo tiene con gran desgano.


Dochanlu.



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