miércoles, 28 de mayo de 2014

VOCES CONFUSAS.

En una nueva tarde otoñal, mientras pica y pica el albañil el duro cemento, se oye el cantar de una paloma, mientras en el ambiente predomina el silencio y un cielo gris.

Rompe el silencio el ulular de una sirena un tanto lejana.

Tose  y tose una persona que libra pelea con un virus otoñal.

Al estar cercana las seis , las sombras están al acecho, mientras se enseñorea la penumbra y las
artificiales alumbran piezas y piezas lentamente.

Se escuchan voces un poco confusas.

No se sabe a ciencia cierta, mejor dicho a oído cierto, que se dijo.

O  Encuentra rápido al loro.

O  Eres mi tesoro.

O  Avisa rápido a Teodoro.

O  Cuida bien el oro.

O  Limpia bien el inodoro.

O  No te preocupes no hay ningún moro.

O  Compra una botella de cloro.

O  Tu sabes bien que te adoro.


Aunque hay paredes que tienen hueco,

queda siempre la duda

para alguien que escucha.



Dochanlu.




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